La ciudad condal ha acogido este fin de semana, del 9 al 11 de junio de 2018, el I Encuentro Nacional de Voluntarios de Hermanas Hospitalarias que ha reunido a una representación de los más de 820 voluntarios de la Institución. Un encuentro que ha servido para compartir experiencias y reflexionar sobre el extraordinario papel que realizan estos “voluntarios con corazón” que nos acompañan en el día a día.
La mañana del sábado, Sor Rosa María Gutierrez, Consejera de Pastoral, junto con el Director Gerente de Hermanas Hospitalarias España, D. Alberto Martín de la Mata y Francina Alsina y Canudas, Presidenta de la Federación Catalana de Voluntariado Social fueron los encargados de inaugurar la jornada. Posteriormente, la hermana Llum Delàs, directora del centro de la Fundació de l’Esperança habló de “La Bienaventuranza de entregar la vida”. Desde su propia experiencia como “activista social” comprometida a cambiar la vida de las personas mayores que viven solas en sus casas y sin posibilidad de ni siquiera salir a la calle, reflexionó sobre la importancia de hacer la opción libre para entregar lo que uno tiene al servicio de las personas más vulnerables y apartadas de nuestra sociedad. Es una propuesta para vivir de manera diferente a lo que hoy impera en el mundo, en donde cada uno busca el propio beneficio; y en lugar de ello hacerlo de una manera solidaria y comprometida con nuestros hermanos y hermanas, y cómo esa entrega da vida tanto al que recibe la ayuda como al que la da.
El resto de la mañana los participantes profundizaron en el contenido de la charla, compartiendo experiencias propias de su opción de ser voluntario y voluntaria en Hermanas Hospitalarias; un experiencia compartida fue que a todas las personas que han hecho voluntariado su vida ha sido transformada por esa opción, en definitiva han sido y son más felices gracias a su hacer voluntariado, poniendo al prójimo como centro de la acción y no siendo uno mismo, en definitiva sirviendo a otras personas.
La tarde fue el momento de compartir experiencias de voluntariado nacional e internacional. Una persona que en su momento fue usuario de la Clínica San Miguel para personas con enfermedad mental recibiendo ayuda de los otros y que ahora cambia su rol y se dedica desde hace casi 6 años a ayudar a otras personas con su mismo problema de salud mental a recuperarse como él lo hizo a través de un taller de música. O el programa antiestigma del Complejo de Salud Mental Benito Menni de Sant Boi que se hace en colegios e institutos y que es llevado a cabo por voluntarios que también tienen diagnóstico de enfermedad mental. La experiencia de un grupo de jóvenes malagueños que ofrecen su tiempo en el Complejo Asistencial de Málaga de las Hermanas Hospitalarias o un voluntario que estuvo en Mozambique ayudando en nuestro centro en la rehabilitación de niños y niñas con diversos problemas y discapacidades. Por último la popular presentadora de TeleMadrid y voluntaria del Hospital Beata María Ana (Madrid), Inmaculada Galván, fue la encargada de cerrar este panel de testimonios de voluntariado hospitalario que compartió su experiencia personal como voluntaria en la unidad de cuidados paliativos del hospital.
También hubo un momento para que los voluntarios y voluntarias presente pudieran reflexionar sobre el camino andado y realizar propuestas concretas a desarrollar en los próximos años en el área del voluntariado de nuestra Institución Hermanas Hospitalarias, ya que ellos y ellas son los protagonistas de la solidaridad, son el vivo ejemplo de que otro mundo es posible, un mundo en donde nadie quede apartado en la cuneta por el mero hecho de ser diferente a la mayoría, por ser más frágil que otras personas, o por tener un diagnóstico que estigmatiza.
El domingo finalizó este encuentro con una eucaristía presidida por el Hermano de San Juan de Dios Manuel Martín y amenizada por el Grupo “Ensemble Aedes” y con una visita guiada por Barcelona.
El balance de este I Encuentro Nacional de Voluntariado no puede ser más que de éxito ya que se pudieron compartir experiencias, conocimiento, pero sobre todo, emociones. Toda una inyección de energía positiva que estimula a continuar el camino del voluntariado hospitalario, y al que cualquiera que lo desee, puede animarse informándose aquí.