A pesar de que llevo poco tiempo en el Centro Pai Menni, ha sido para mí la decisión más maravillosa que he tomado en mucho tiempo. Mi historia de cómo decidí ser voluntaria, fue gracias a mi hermana. Hace un par de años me comentó que en la Universidad daban una formación básica para poder acceder al voluntariado.

Escogí el Centro Pai Menni porque en bachiller tuve la oportunidad de acudir a conocerlo en la clase de religión. Ese día estuve con el grupo de Isabel, que se encarga de las chicas más mayores. Para mí, aquel día fue el más significativo del año, descubrí a personas maravillosas y me fui de allí con el sabor de boca más increíble que había experimentado nunca, la sonrisa me daba vueltas a la cara y rebosaba de felicidad por todos los poros de la piel.

Ahora, que puedo compartir con ellos cada jueves de la semana, sigo experimentando la misma sensación que aquel primer día y primer contacto. Creo que he pasado por casi todos los talleres y Salas de actividades y en cada uno he descubierto a personas extraordinarias, con una vitalidad increíble, he conocido a personas que, a pesar de que puedan tener algún tipo de diversidad, tiene una fuerza de voluntad increíble y unas capacidades grandísimas para hacer todo lo que se proponen.

Ojalá todas las personas fueran como las chicas y chicos del Centro, ojalá tuvieran esa sonrisa y esas ganas de vivir, ojalá fueran tan cariñosas y acogedoras como ellos, porque a mí, desde el primer día me acogieron con los brazos abiertos, como si fuese una más y, desde el principio, estando allí me siento como en casa. Espero y deseo seguir compartiendo momentos con ellos pues me llenan el alma y el corazón de una inmensa felicidad y fe. El ratito que estoy con ellos es el mejor momento de la semana y siempre se me acaba haciendo corto.

Cada uno de ellos es especial y cada día que paso con ellos me enseñan algo nuevo, porque no son ellos los que aprenden de mi sino yo de ellos.

Ser parte de sus vidas y del Centro es una decisión que ha cambiado mi vida y por eso espero disfrutar de ella durante mucho tiempo.